Son las lesiones pigmentadas más frecuentes de la piel y corresponden a los lunares comunes. Clínicamente, pueden ser planos (máculas), elevados, papilomatosos, verrucosos, papulares y pedunculados. La mayoría aparece en la infancia y adolescencia y con la edad hay una disminución progresiva del número.
Representan neoplasias benignas de melanocitos. Los melanocitos del nevo melanocítico común derivan de la epidermis donde proliferan y forman nidos en la zona de unión dermo-epidérmica (nidos de unión, actividad de unión); luego, estos nidos se incorporan a la dermis, donde las células involucionan (maduración). En comparación con los melanocitos epidérmicos, los melanocitos en la dermis pierden las dendritas, la disposición en nidos (cohesión), se reducen en tamaño y pierden progresivamente la capacidad de sintetizar melanina (atrofia).
Histológicamente, se reconocen tres tipos: de unión o intraepidérmico, compuesto o dermo-epidérmico y dérmico o intradérmico
Los nevos de unión son máculas negruzcas de hasta 20 mm de diámetro. La mayoría aparece en la infancia y evolucionan a nevos compuesto o dérmico, excepto los de las palmas, plantas y genitales que pueden persistir como tales. Histológicamente, hay nidos cohesionados en la zona de unión en el extremo de las crestas interpapilares. Los nidos son de tamaño similar entre sí, contornos bien delimitados y constituidos por melanocitos sin atipias. Pueden contener melanina en granos finos dispeross en el citoplasma. En los nevos compuestos, los nidos están en la zona de unión y en la dermis superficial. El componente de unión es idéntico al del nevo de unión y el dérmico está constituido por nidos o melanocitos en cordones o trabéculas. Los melanocitos son pequeños y con escaso citoplasma sin melanina. Los nevos dérmicos se caracterizan por carecer de nidos de unión o tener muy escasos y por gran cantidad de células en la dermis. Estas se disponen en nidos, cordones, trabéculas o aisladas. Mientras más profundas mayor es la fibrosis alrededor de ellas. Estas células no tienen melanina excepto en mujeres embarazadas o con estrogenoterapia. Pueden encontrarse mitosis típicas.
Los nevos melanocíticos comunes pueden complicarse por foliculitis y traumatismos locales. Clínicamente, aparecen inflamados, erosionados o ulcerados, lo que plantea la sospecha de melanoma maligno. Histológicamente, los folículos pilosos están inflamados o hay signos de hemorragia y destrucción traumática de la piel, especialmente en lesiones pediculadas o solevantadas.